por Ferre y Dreg

En el lugar donde viven los Dioses, la Diosa Xuña está peligrando de ser expulsada. La ley es inquebrantable incluso para las divinidades, cuando has perdido tus fieles y todos te han olvidado dejas de pertenecer a esas alturas celestiales y se termina – por ejemplo – tu inmortalidad. Pero todavía le queda un devoto: Ñeke.

La determinación y el valor serán puestos a prueba.